martes, 1 de abril de 2014

A sus pies, DON Andrés (por Raúl Sánchez Saura)



This is the Champions! Recibió el Barcelona al Atlético de Madrid en un encuentro inédito en Europa con Diego Costa finalmente en el 11 inicial, aunque de poco le serviría. Con tres empates en tres partidos y apenas dos goles, el encuentro se prometía rocoso, difícil y decidido por mínimos detalles. No una maravilla artística, sino una ingeniería estructural, como finalmente pasó.
Durante los primeros minutos los colchoneros (que tienen a una grandísima afición, sino la mejor del país) con su horrible segunda equipación salieron a presionar y noquear desde el primer minuto a los culés, incómodos y sin poder evitar la ocasión de Villa en el primer minuto.  Primera y última, porque el partido careció bastante de ellas en su primera parte (aunque la segunda se revolucionara), sin dejar ninguno de ambos contendientes espacios ni errores que el otro pudiera aprovechar. Un encuentro ideal para el ambicioso sin límites Simeone, no así para el Tata que sigue sin ofrecer mucho fútbol en Europa, aunque de momento los resultados le hayan acompañado.
Después de un golpetazo que dio con los riñones contra el suelo, Piqué pidió cambio en el minuto 10 por Marc Bartra. Se marchó cojeando el mejor central del equipo, una baja importante para el Barcelona nada más comenzar el intensísimo encuentro y dejando las esperanzas defensivas en Pinto, Bartra y Mascherano. Alguno le daría un soponcio al pensarlo, pero justo es decir aquí que tuvieron un papel correcto en todo momento, especialmente el joven central que debe demostrar ahora su valía como sucesor de Puyol y ayer consiguió un puñado de puntos.
A los 8 minutos Koke vio tarjeta por reiteración, después de muchas faltas de su equipo en general y él en particular. Pero el Barcelona comenzó a imponerse mínimamente sobre el fútbol y colocación rocosos de los del Manzanares, gracias a que los locos bajitos comenzaran a carburar, robar y recuperar balones en el centro del campo. Como muestra de ello, Neymar (22’) remató de cabeza a pase de Xavi pero paró Courtois sin problemas. Primer tiro entre los tres palos, aquel no era un encuentro de llegadas desequilibrantes ni mucho menos. Más miedo que respeto al contrario, ambos clubes preferían no arriesgar ni conceder si quiera los buenos días al otro. Los blaugranas cada vez estaban más cómodos, y así llegó una gran jugada y pase de Messi desde fuera del área ante los impotentes ojos de Miranda para Iniesta, pero Godín salvó lo insalvable. Por algo esta es seguramente la mejor defensa del continente contra la artillería pesada local.
Otra tragedia para el fútbol y el espectador llegó en el minuto 26’ con Costa pidiendo el cambio también, su rostro indicativo de que no podría continuar aunque lo intentara arrastrando una cojera. Ribas salió por él. Unos perdieron al defensa, otros al delantero. Una pena, pero justo un rato no lo neguemos.
Mientras tanto, los culés continuaron imponiendo su (estéril) ley en el campo, con buenas y rápidas recuperaciones de esférico que conseguían encerrar al valiente Atleti sin mayores consecuencias. Con lo listos que son les iban a engañar tan fácilmente. Posesiones largas, aunque adolecían de profundidad en sus ataques, la tónica de siempre vamos. Gabi vería la segunda amarilla (37’) por falta sobre Neymar de nuevo. Porque el encuentro de otra cosa no, pero de tarjetas estuvo sobrado: 7 en total.
El portero belga se vio exigido pasado el ecuador de la primera parte a un balón de cabeza de Messi, centro de Alves, pero sin lograr inquietar en demasía el área colchonera. Tras mucho buscarla, Arda Turan vio amarilla en el 43’ por derribo sobre Leo.Ya en el tiempo de descuento Villa le ganó la espalda a la zaga blaugrana y se midió con Pinto sin éxito, el de Puerto de Santa María y su mano le amargaron la ocasión a un Guaje poco visto anoche. 
Iniesta, con caramelos uno detrás de otro, comenzó a mostrar su magia una vez se libró de sus guardaespaldas Juanfran, Turan y compañía. No en vano fue ayer el mejor del partido. Incansable, expeditivo, atento a todas las ocasiones para aprovecharlas, liderando a los suyos arriba, incluso realizando algún sprint épico de vez en cuando. Omnipresente y omnipotente en el Camp Nou, genio se queda corto para describirlo porque su partido fue de aúpa y en determinados momentos él sólo llegó a sostener a todo su equipo. En fin, Pedro pareció ayer estar castigo por el Tata porque no vio ni un solo minutos cuando los compañeros le necesitaban, sobre todo al verse por detrás en el marcador.  Cuarta amarilla de la noche (las cuatro del Atleti) para Juanfran en el 52’ y al poco la vio también Iniesta, junto con Alba.
Cuando comenzaban a aparecer los primeros bostezos (58') Diego Ribas logró todo un golazo desde su casa clavándolo en la escuadra, imposible para Pinto. IMPRESIONANTE el derechazo del brasileño, de filmoteca. Desde los 25 metros, colocó a los visitantes por delante con una clase, una violencia en el tiro al alcance de muy pocos. Sabe el brasileño lo que supone sustituir en el terreno de juego a Costa y no decepcionó.
A falta de media hora, lograr la remontada exigía cambios y los culés ya sabemos lo que desespera Martino con los mismos, cual Del Bosque. Iniesta (es que no paró, ES QUE NO PARÓ EN NINGÚN MOMENTO) y Busquets continuaron poniendo a Courtois a prueba con grandísimas ocasiones que no se materializaron. Salió Alexis (¡y no Pedro!) por Cesc en el 66.
David Villa sería cambiado en el 69' por Sosa, quien a la postre se llevaría la última amarilla del encuentro, y se marchó escuchando los muchos pitidos y los escasos aplausos. Quema todavía su celebración de gol en la Supercopa de España y me permito decir que con razón. 
Las primeras sospechas de la desaparición de Lionel Messi aparecieron, pero Iniesta siguió liderando a un equipo que se lo agradecía a más no poder y gracias a él vino el gol. Porque Neymar (en uno de sus más grises partidos con la elástica blaugrana) subió el empate al luminoso, pero medio gol fue del manchego. Todo un regalo de Don Andrés Iniesta que recibió el carioca para definir, colocándola con el exterior de la derecha desde la izquierda de la portería. imposible para Courtois, quien anoche tuvo todo un él contra el mundo, porque fue el mejor del Atleti, paró de todas las formas posibles y seguramente Messi tenga alguna pesadilla con él a partir de ahora. Bueno, el 11 brasileño continúa marcando en los partidos decisivos, no lo olvidemos. 
Quedaban menos de 20 minutos para evitar el cuarto empate esta temporada y los locales se lanzaron a por la presa en desbandada. El encuentro completamente roto, con los mejores minutos del Barça y llegadas peligrosísimas que sólo un hombre pudo frenar: Courtois, ese gigante belga con el que los de la capital son tan afortunados. Con paradas estéticas y estiradas impensables, fue para el Atleti lo que Iniesta para el Barça, EL PUTO AMO. Sólo así los rojiblancos sobrevivieron a aquella carnicería. Orgullo, plantilla, se llama orgullo y sabéis que lo tenéis.
Turan se cambió en el 76’ por el Cebolla. Amarilla para Ribas al poco y sin nada más, habiendo sobrevivido al asedio final cual irreductibles galos, los colchoneros consiguieron un empate en el Camp Nou, porque los culés no consiguieron una victoria viendo la situación. Esperemos que no haya que lamentarlo en la vuelta la semana que viene.  
El de anoche fue, sin lugar a dudas, un partido de nombres propios: Diego Ribas, Courtois, Busquets, Bartra (no olvidemos lo atento que estuvo en todo momento) pero uno destaca por encima de todos y es del de Andrés Iniesta, Primero de Fuentealbilla y GRANDE DE ESPAÑA. Genio y figura, maestro del balompié cual Oliver o Benji, nada pareció difícil, nada pareció imposible entre sus pies. Inteligente, incansable e insaciable, volvió a demostrar su mejor versión como viene haciendo desde la tragedia pucelana en la que no tomó parte. Todo queda abierto para la vuelta en el Calderón tras el justo empate, pero de momento y aprovechando esta pequeña tribuna, quiero agradecer a Iniesta su dedicación al deporte, a la alegría de sus seguidores. Quiero agradecerle su talento, su magia, su maravilla a la que nos tiene tan acostumbrados ya y por mucho tiempo.
Por su humildad, entereza, honestidad y callado liderazgo, por ser probablemente el mejor jugador español de todos los tiempo. No me cabe más que decir, sólo que ya mereces una estatua junto a la de Kubala.
A sus pies, DON Andrés. 
Síguenos en twitter: @respirasfutbol.
Página de Facebook

No hay comentarios:

Publicar un comentario