miércoles, 9 de abril de 2014

Bye bye Champions (por Raúl S. Saura)

Un Atlético para la eternidad
Con Real Madrid y Chelsea ya en el bombo para las semifinales de Europa, se enfrentaban los dos mejores equipos españoles (mirad la tabla liguera antes de tiraros al cuello) en el Vicente Calderón con todo por decidir tras el empate en la ida.  El ambiente que recibió a colchoneros y enterradores, por la equipación que la UEFA obligó al Barcelona llevar, era impresionante. Un mosaico descomunal, blanco y rojo, cubrió por completo el estadio entre el júbilo general y coronándolo todo un lema, bien grande y del mítico Aragonés: "Ganar, ganar y volver a ganar". Sin Diego Costa, sin Arda Turan, pero con Courtois, Koke, Villa y Raúl García el equipo local estaba obligado a triunfar ante una afición que tanto exigía y tanto animaba. Lo harían porque anoche para ellos fue mágica. Qué envidia, los culés estamos a años luz de eso. 
No defraudaron en absoluto porque los del Cholo salieron a comerse el partido, a no dejar ni los huesos del Barça. Tres palos en 18 minutos, la cosa iba en serio porque Simeone es más listo que el hambre y sabe que no aguantarían la hora y media al máximo nivel. Por tanto, tocaba estrangular a los visitantes y dejarles maniatados para el final del encuentro. Pero ahí se equivocó y, en su caso, para bien porque el Atleti fue un ciclón de principio a fin. 
Siguiendo SU mentalidad (no existe otra para el aficionado), llegó el primer tanto en el minuto 5 de los locales, desatando la fiesta en el Calderón. Marcó Koke, remate al palo de Adrián, Villa centró al segundo palo y allí llegó Resurrección con su latigazo para subir el primero al luminoso. Se le ponía de cara la eliminatoria a los rojiblancos. La situación diametralmente opuesta a la pretendida por los de Martino y muy favorable para los del Cholo gracias a la blandengue defensa culé. Sin referentes, orden, posición ni precisión, el instinto asesino de los Villa, García y cía picaron como quisieron en aguas revueltas. El Barça, ya fúnebre con sus camisetas desde el primer momento, ni estaba ni se le esperaba. Más que enterradores como decía al principio, enterrados. Y así, el Atleti reinaba.
Los blaugranas recordaron punto por punto a los blancos 24 horas antes, aunque con un resultado global mucho menos favorable y por tanto mucho más condenable para los de Barcelona. Es que aquello era una ley de asalto y derribo sobre el área culé, con un Pinto débil y unos centrales ausentes en todo momento. ¿Sabéis Benedict Cumberbatch en la cartelera? Pues justo lo contrario.
Amarilla para Busquets (17') al cortar jugada de ataque colchonera cuando su equipo parecía dar síntomas de recuperación. Recuperación de balón, se entiende, porque la actitud de los últimos partidos se difuminó frente al hambre de los atléticos, que coleccionaban balones a la madera como quien hace lo propio con cromos. Pero de todas formas la batuta del partido siguió llevándola el combinado local con todo el merecimiento del mundo frente a un Barça todavía en el hotel de concentración. Sólo Neymar con túneles y demás parecía ofrecer algo arriba con Messi desperdiciando ocasiones de su equipo como si llovieran del cielo frente a un equipo que ha aprendido a neutralizar al argentino. Lleva seco los últimos 5 partidos contra ellos y la razón tiene un nombre: Diego Pablo. Bueno, dos.
Anyway, el Atlético comenzó a replegarse cada vez más hacia su área como ya ocurrió hace una semana en el Camp Nou y así concedían a los culés llegar más libremente y meter algo de miedo en el cuerpo a la grada. Pero nada más. Pagaban caro, o eso me gusta pensar a mí, no llevar en el 11 a Pedro o Alexis, quienes saben cubrir a los laterales y con su movilidad y conexiones multidireccionales desarmar las defensas contrarias. Cesc Fábregas ha llegado al final de temporada con el depósito vacío y ya no aporta nada a sus compañeros. Que vaya pensando en el Mundial.
Mucho deberían agradecer los culés porque las numerosísimas ocasiones de los colchoneros no fructificaran. Porque un partido de fútbol es molto longo y el oxígeno a los de Simeone ya les falta a estas alturas. Son humanos y cuando tengan el fondo de armario de Barça o Madrid hablamos. Y sin embargo, no se bajaron de brazos en ningún momento porque anoche no era una cualquiera, era mucho más, era diferente, era especial. Era mágica, sé lo que es eso. Mientras tanto, Webb persistía en no pitar (y pudo hacerlo para ambas partes) ni siquiera el fin de la primera parte. Exagero pero casi. Tan desdibujado el equipo culé que observad la escasez de nombres propios que he escrito para ser yo. Uno, eso sí, destaca sobre todos: Simeone, la gran mente detrás del planteamiento, éxito y etapa brillante de los del Manzanares. 
La segunda parte ¡sin ningún cambio! comenzó con varias oportunidades para los blaugranas de forzar la prórroga que siguieron sin tener mayor futuro. Siempre hay un defensa que quita el balón en el último momento, una empanada de olla inoportuna, etc. Es decir, los colchoneros estaban teniendo su noche y a otros nos toca acostumbrarnos que eso deje de pasarnos TAN frecuentemente, que yo no descarto nunca la gloria. Hasta el 60' no llegaría un recambio para quienes más lo necesitaban y donde más lo necesitaban: Alexis por Cesc. Necesitados de un gol o un par, tocaba encomendarse a un jugadorazo con el 9 a la espalda. Ipso facto, Adrián entre el merecidísimo clamor popular, vio banquillo y abrazo de su técnico por Diego Ribas, el goleador del primer encuentro. 
Y un nuevo arreón de los suyos vino y la remontada azulgrana (si alguno todavía lo creía) era imposible cuando el Atlético insistía en ser mejor que los rivales y demostrarlo. Sólo las paradas de Pinto salvaron el honor, porque aquello hacía aguas por todas partes. El andaluz, el mejor de su equipo fácilmente. Con penaltis no pitados de por medio.
Pedro, por fin, saldría por un desaparecido Iniesta en su partido 500 en el minuto 72'. A ver si el canario podía hacer algo cuando a los grandes referentes se buscaba pero no encontraba. Ya sólo quedaba apelar a la épica, pero si la señora suerte no favorece nada se puede hacer y ayer no favoreció. Neymar, Messi y demás así lo pueden atestiguar. De cabeza todas las ocasiones, la cosa más rara del mundo. Villa, que realizó un gran encuentro mandando un recado a Can Barça, se retiró aclamado por el Cebolla. Los jugadores locales fueron héroes anoche. Todos y cada uno de ellos porque formaban un EQUIPAZO. Y porque no he hablado de Tiago... 
El Barcelona quedó completamente desesperanzado cuando el Atleti seguía presionando bien arriba en el minuto 40', 45' y finalmente 48'. Pasaron los rojiblancos 40 años después a semifinales de Europa y con todo merecimiento ante los culés que no estarán por septimo año consecutivo. Ya sabemos que vencerles es condición indispensable últimamente para alzar la Orejona así que los colchoneros podéis soñar con el trofeo más grande que jamás haya habido. Os lo habéis ganado, vosotros, este equipo que ha sabido hacerse con la Europa League frente al efímero Athletic de Bielsa, la Supercopa de Europa contra el Chelsea, la Copa del Rey frente a los mayores enemigos y semifinales de Champions League contra un titán llamado Barcelona. Titán que ayer no fue tal, totalmente desvirtuados ante el coraje, corazón e inteligencia de los colchoneros, que ayer vio una de las mayores victorias de su trayectoria. Diego Pablo Simeone por fin se impuso sobre los culés sin peros que valgan. A ver qué puede ocurrirles entre los cuatro finalistas, no lo sé pero os aseguro que lo voy a ver.
En cuanto a los blaugranas, su partido fue pésimo, inexistente y nada presente desde el minuto 1. Varias bajas, sí, pero casi que más los otros. Messi no apareció, Iniesta no apareció en un momento clave de la temporada, mucha crítica para todos incluso para el Tata Martino, a quien reconozco mimar demasiado. Pero, qué queréis que os diga, me alegro por el Atlético. Buscaron y encontraron, todos trabajando como un equipo, fieles seguidores de la filosofia cholista y, sorprendentemente incansables, prosiguen su travesía por Europa con la ilusión por las nubes. No fue el partido de mi equipo pero es que los otros no lo hubieran permitido. CHAPÓ POR EL ATLETI.
P.D.:El Bayer firmaba la eliminatoria mientras tanto a base de goles contra un Manchester que pretendió pero nunca fue favorito para frenar al mejor equipo del mundo. Creo que voy a soñar con una final Bayer-Atleti.

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